Presentación

A todos los poetas y poetisas del Universo: ¿qué hacéis con vuestras palabras? ¿A cuántos oídos llegan? ¿A cuántas mentes inquietan? ¿Y cuántas conciencias remueven? ¡Quemad aquí y ahora con vuestros versos! Bienvenidos. / To all the poets in the Universe: what do you do with your words? How many ears they reach? How many minds they move? Burn here and now with your verses! Welcome.

Pasión por los versos: Clubpoetas nace con vocación universal y con la intención de ser un lugar de encuentro para todos los poetas y poetisas que defiendan la libre expresión en poesía. Poetas y poetisas del mundo, ¡bienvenidos!
(Fuente imágenes: salvo indicación expresa: Google)

24 sept 2013

Ernst Richard Maria Stadler: "Apóstrofe: No soy más que una llama (...)"

El Club de los Poetas Libres (Free Poets Club) comparte simpatías con este fallecido poeta, cuya obra se encuadra dentro del movimiento literario expresionista, surgido como reacción de afirmación del individuo ante el mundo moderno, cuya complejidad y evolución considera una “amenaza” para el hombre. 

El yo, sus necesidades expresivas, su irracionalidad, su locura a veces y el interior del artista o del poeta con toda su fuerza, reclaman un lenguaje sin limitaciones ni ataduras, rompen con toda convención estética anterior y buscan "la fealdad", lo morboso o lo impúdico, desbordando energía y pasión como prueba de ese yo liberado de toda atadura.

Este estilo dominado por lo breve, la captación del impulso, la fantasía efímera o el pensamiento fugaz, usa la palabra para dar rienda suelta a su interior y transformar el mundo en el que vive. Los poemas del alsaciano Stadler adoptan la estructura de verso libre, tan poco frecuente entonces. Os dejo una muestra, versión de Ernst Edmund Keil, y extraída de "Tres poetas expresionistas alemanes". Ediciones Hiperión 1998. Disfrutadla.


Apóstrofe

No soy más que una llama, un grito, y fuego y sed.
Por las angostas hondonadas de mi corazón se lanza el tiempo
como agua oscura, raudo, violento, inadvertido,
y arde en mi cuerpo un signo: la caducidad.

Pero tú eres el redondo espejo por el que resbalan
los crecidos arroyos de la vida
tras cuyo fondo áureo y abundante
las cosas que murieron radiantes resucitan.

En mí arde y se extingue lo mejor. Una estrella alocada
que cae en un abismo de azules noches de verano,
pero la imagen de tus días está en alto y distante,
señal eterna, situada como protección alrededor de tu destino.
Ernst Richard Maria Stadler


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